Por primera vez, un alto funcionario del Vaticano se muestra abierto a discutir temas dogmáticos con la posibilidad de ser replanteados. Lo hizo el secretario de Estado, Pietro Parolin, recientemente designado por el papa Francisco para ocupar el cargo a partir de octubre en remplazo del polémico Tarcisio Bertone.
"Siempre se ha dicho que la Iglesia no es una democracia. Pero es bueno, en estos tiempos, que haya un espíritu más democrático en el sentido de escuchar atentamente y creo que el Papa lo ha indicado como uno objetivo de su pontificado. Una conducción colegiada de la Iglesia donde puedan expresarse todas las instancias". Así se expresó el electo secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, en una entrevista con el diario venezolano El Universal.
En la misma, el arzobispo italiano que fue nuncio apostólico en Venezuela se declaró favorable a una renovación de la Iglesia con la mirada puesta en "los signos de los tiempos". "Me imagino que el papa habrá pensado que yo podía ser, más o menos, la persona en capacidad de ayudarlo en esta obra de renovación que quiere hacer en la Iglesia Católica".
Parolin así lo demuestra al afirmar que el celibato "no es un dogma de la Iglesia y se puede discutir porque es una tradición eclesiástica".
Gays
Sin embargo, en esa extensa entrevista, también reconoció que desde su interior la Iglesia rechaza la posibilidad de cambios.
Sobre la afirmación del papa en torno a los homosexuales, que ya originó dos cartas del ex sacerdote argentino Andrés Gioeni al sumo pontífice pidiéndole abrir un debate sobre el tema, Parolin produjo el siguiente intercambio con el periodista Roberto Giusti:
-Cuando el papa se pregunta, "¿quién soy yo para juzgar a los gays"? ¿Qué no está diciendo?
-Está diciendo que la doctrina de la Iglesia es muy clara sobre este punto moral.
-Jesucristo nos acepta a todos tal y como somos.
-Sí, pero también nos pide que crezcamos y nos adecuemos a la imagen que él tiene de nosotros. La conducta de cada uno la juzga sólo Dios y esto lo ha dicho el papa.
El alto funcionario del Vaticano no dejó pasar ningún tema en su diálogo periodístico: ni la corrupción en el seno de la Iglesia ni la personalidad del papa Jorge Bergoglio le fueron ajenos.
-Está diciendo que la doctrina de la Iglesia es muy clara sobre este punto moral.
-Jesucristo nos acepta a todos tal y como somos.
-Sí, pero también nos pide que crezcamos y nos adecuemos a la imagen que él tiene de nosotros. La conducta de cada uno la juzga sólo Dios y esto lo ha dicho el papa.
Dijo que "el papa Francisco está incidiendo sobre algo tan importante como el acercamiento de la Iglesia a los más pobres. Ese es el sentido de la Iglesia, que no existe para sí misma sino para llevar a Jesús a la humanidad. Y que El sea vida abundante para la humanidad y sobre todo para quienes no tienen. La Iglesia es un puente, como lo es el papa, entre Dios y su revelación y redención de la humanidad".
Lo comparó con Juan XXIII a la hora de imponer cambios "desde el testimonio personal".
El siguiente diálogo de Parolin con el periodista venezolano, puso de manifiesto la intención de no dejar sin respuesta a las grandes incógnitas del Vaticano en su vida diaria:
-¿Otra señal de la determinación del papa no está en su decisión de investigar los hechos de corrupción?
-El papa siente de una manera muy especial el tema de la corrupción por venir de un continente donde el problema es muy grave y ese es uno de los grandes desafíos de América Latina. El lo ha enfrentado en Argentina, y ahora retoma lo que condenó como arzobispo. Este es un punto fundamental sobre el cual quiere trabajar porque la corrupción acaba con las sociedades y los estados.
-Luego está la sanción ejemplarizante a quienes han caído en la pedofilia.
-En esto el papa está en línea con lo que se hace desde el tiempo de Benedicto XVI: tomar una postura fuerte y especialmente con las víctimas, para que no se repitan estos hechos.
-Me imagino que no resultó fácil.
-No lo ha sido. Yo espero que el país pueda superar la polarización y la conflictividad. Hay diferencias pero éstas no deben convertirse en divisiones y contraposiciones, sino en enriquecimiento mutuo. De manera que lo importante es que Venezuela propicie puntos de encuentro en un clima de justicia, democracia y solidaridad.
-¿Otra señal de la determinación del papa no está en su decisión de investigar los hechos de corrupción?
-El papa siente de una manera muy especial el tema de la corrupción por venir de un continente donde el problema es muy grave y ese es uno de los grandes desafíos de América Latina. El lo ha enfrentado en Argentina, y ahora retoma lo que condenó como arzobispo. Este es un punto fundamental sobre el cual quiere trabajar porque la corrupción acaba con las sociedades y los estados.
-Luego está la sanción ejemplarizante a quienes han caído en la pedofilia.
-En esto el papa está en línea con lo que se hace desde el tiempo de Benedicto XVI: tomar una postura fuerte y especialmente con las víctimas, para que no se repitan estos hechos.
-Me imagino que no resultó fácil.
-No lo ha sido. Yo espero que el país pueda superar la polarización y la conflictividad. Hay diferencias pero éstas no deben convertirse en divisiones y contraposiciones, sino en enriquecimiento mutuo. De manera que lo importante es que Venezuela propicie puntos de encuentro en un clima de justicia, democracia y solidaridad.
Finalmente, Parolin defendió que el papa Francisco se haya inmiscuido con tanta fuerza en el conflicto de Siria: "Como Iglesia tenemos en nuestras manos la posibilidad de participar en la vida internacional a través de la diplomacia".
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@DataVaticana
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